Chat morboso

foto x @cisqography



Me gusta que me escriban las cosas que quieren hacerme. Que describan con detalles cómo me pondrían para hacerme tal cosa, de tal forma, con tal ritmo. Muchas veces me he quedado horas chateando morbosidades, caliente, sin parar de enviar mensajes hiper-descriptivos. Es como hacer poesía porno de forma online. Estos días de pandemia he tenido un reencuentro con cierta clientela más fetichista. El “chat morboso” ha sido uno de los nuevos servicios que agregué en mi menú.

El “chat morboso” es un servicio de conversación por whatsapp básicamente. Chatear con un ciber-cliente sobre cosas sexuales o lo que el cliente desee conversar según sus morbos. Yo, al menos, por ahora no he tenido que enviar ni recibir audios. El “chat morboso” es principalmente escritura porno y fantasiosa. La palabra toma protagonismo en este juego de seducción y excitación.

Muchas veces recibimos con mis colegas mensajes de whatsapp muy morbosos, pero sin preguntar precios ni nada, creyendo los güeones que una publica su número para leerles sus fantasías sin transferir ni un peso antes de enviar su bloque de frases calentonas. Hemos aprendido a productivizar esos desbordes de la comunicación puteril. Sabemos que la comunicación detallada y clara con lxs clientes es fundamental para no tener malos entendidos, los límites claros y los acuerdos sin ambigüedades, pero hay un límite entre la comunicación esperable entre puta-cliente y el servicio “chat morboso”. Cuando ofrezco el servicio muchas veces recibo mensajes ofensivos, como si hubiese ofrecido lo más terrible del universo, como si yo fuera un criminal cibernético denigrando por ofrecer un servicio de “conversación on line”. Sin embargo, también hay clientes que invierten en esos placeres abyectos en esta sociedad de la imagen, sobre todo de la imagen en HD.

En tiempos de cuarentenas los servicios sexo-virtuales fetichistas abundan. Creo que aparte de lo económico, es importante ampliarse a este tipo de servicios porque generan nuevas formas de relacionarse con nuestra sexualidad en tiempos de deconstrucción y revueltas sociales. Estos días de encierro global las relaciones interpersonales están teniendo micro-revueltas a través de las pantallas. Nos urge el contacto a pesar de no poder tocarnos. Nos queda el contacto visual, la tecno-imaginación sexual y sus sonidos viscosos capturados como un ASMR porno.

En término escritural disfruto mucho el nuevo servicio “chat morboso”. Recomiendo ofrecer entre 30 minutos a 2 horas de chat. Acordar la cantidad y tipo de fotos que enviaras en medio de la conversación. Los videos véndelos por separado. Quizás los audios podrían ser un plus en el servicio, pero jamás será lo mismo escribir un mensaje morboso a decirlo. El servicio de audios eróticos es aparte al “chat morboso”, pero todo es conjugable, promociones ciber-fetichistas, etc. La idea es estimular los sentidos disponibles y abrirse a propuestas de ciber-clientes que siempre pueden ayudar a ampliar el imaginario de servicios sexo-virtuales posibles.

Esta última semana he tenido 2 clientes de “chat morboso”. Ambos fueron muy distintos. Uno era más fluido, el otro solo me hacía preguntas específicas y yo debía explayarme en mis respuestas lo que más pudiera. Ambos han sido los principales en promoverme este servicio. A mí me pasa que siento que me pagan por escribir. Chatear para mí es escribir. A veces hay poesía en el chat, reflexiones complejas y creativas. Chatear morbosidades es un gusto en común con mi ciber-clientela y me está enseñando otras escrituras del deseo abyecto.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares