Envejecer como puta


foto por juan carlos luco
Siempre nos dicen a lxs prostitutxs que debemos cuanto antes pensar qué oficio o profesión ejercer cuando ya no podamos seguir prostituyendonos. A mi me dicen constantemente que mi juventud no será para siempre, así que debería comenzar a planificar mi futuro de ex-prostituto. A veces sentí que tenia que llenarme de mucho coraje para reconocer que es cierto, que la prostitución, así como el futbol y el modelaje, no son carreras que duren mucho en el tiempo de cada sujeto que la ejerza. Hoy creo que no tiene comparación alguna el trabajo sexual que yo ejerzo con ese mito de que solo siendo joven podrás cobrar por sexo.


El mercado sexual que es principalmente machista claro que corre bajo esos parámetros de belleza y de turgencias y suavidades. La juventud si quiera es solo un factor mas en el gran campo de la prostitución, pero a los hombres heterosexuales por lo general le gustan jovencitas, pues desde ese entendimiento de hombres pederastas se comprende el "tiempo de vencimiento" de la prostitución en general. Creo que un servicio sexual también tiene mucho qué ver con la intensidad de ciertos besos que particularmente ciertos clientes prefieran de uno, quizás de la forma cómo golpeas a tu cliente es lo que le enamora, no tu silueta post-adolescente que ya no es la misma que cuando te conoció y aun así sigue amando tus golpes, pagandolos sin titubear durante años.
Yo tengo un cliente que atiendo desde que comencé. Son escasos estos clientes que se quedan contigo y te ven crecer. Reconocen lo "adulto" que estas y sin embargo siguen pagando con el mismo ímpetu que cuando recién cumplía mayoría de edad. 


No quiero decir que al acabarse la juventud no se acaban muchas cosas. Obvio. No es necesario que me digan eso. Que sea como un consejo con ese tono poco confiable de preocupación. Cómo si yo, siendo puto, no tuviera muy consciente mi reflejo, mis edades y sus significancias en mi trabajo. Pero no creo que mi prostitución se limite  un solo imaginario. Las putas somos muy creativas al momento de sobrevivir y no dejarnos controlar por un proxeneta ni patrón, por siglos. Los deseos son tan inabarcables que hay cliente para todas las edades, para todas las violencias y para todos los olores, para todo lo que podamos y no podamos imaginar. 
Yo no dejaré la prostitución cuando "la juventud se me haya acabado". Ese mito romántico de cuento de hadas  así como la religión y la monogamia son justamente lo que todo este feminismo y disidencia sexual nos ha enseñado ha des-aprender. Pero también es lo que vemos en las historias de cientos de trabajadores sexuales que han resistido en su labor aun que les digan cientos de veces "llegará la edad en que tendrás que dejar de putiar".

Que el mercado sexual machista sí funcione con esos parámetros de juventud y belleza es la obviedad de su machismo industrializado. Nosotras no somos eso, nosotras somos putas feministas. Y en este feminismo yo creo que se puede ser puta hasta vieja y sino, ojalá jubilar. Pero claro que podemos envejecer como putas.

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