Me declaro hueco culiao*



Foto izquierda Jose Carrasco Tapia (periodista) en dictadura marchando contra la censura
foto derecha yo maquilladx y fotografiadx por Marcela Valdés Sáez (2009)


En la televisión vemos con mucho agrado dos hombres que se desean, dentro de la ficción de “¿Dónde está Elisa?” a las diez de la noche. Durante una temporada vimos la tropa de hombres afeminados en “Los exitosos Pells” que más de alguna vez nos hicieron reír durante la tarde. Anteriormente hubo un romance entre dos hombres, personajes clave de la teleserie “Cómplices". Y no hace mucho se inició la nueva teleserie “Los ángeles de Estela” con un peluquero afeminado y gordito que se enloquece entre los galanes protagonistas de la trama. Estuvo el beso entre Marlene Olivari y Rocío Marengo. Los homoeróticos comentarios de Jordi Castel en “Primer Plano”... etcétera y etcétera. ¿Un gran aporte semiótico? ¿La respuesta de un Chile cada vez más desprejuiciado? Es cierto que hace 20 años atrás ni estos personajes ni la palabra gay existían en la televisión chilena; pero no se debe ser demasiado pesimista ni critico para darse cuenta que de poco y nada han servido estas incursiones dramáticas, más aun con el fascistoide “Morandé con Cia.” donde la sexualidad continúa siendo el principal motivo de burlas.
El gay es aún dos cosas en la TV: o un superficial afeminado que hace reír o un machito profesional que no dice pico ni semen. Continua siendo el gay en la idiosincrasia chilena un decoro para el paisaje social, ese fenómeno digno de espectáculo circense. Y así se refleja por todas partes. El discurso supuestamente progresista nos dice “acepto a los homosexuales, mientras sean ubicados”. Como si existieran requisitos para no ser un maricón excluido. Como si cada fleto debiera tragarse los deseos y vivir en silencio absoluto para no ser violentado. Como si asimilarse a las mujeres -desde siempre menospreciadas- nos negase el respeto.
Pues yo me revelo una vez más, y lo hago declarándome hueco culiao. No me declaro ni gay ni homosexual ni nada que proyecte esa “decencia” y “buena educación” que nos ha impuesto la mojigata normativa heterosexual. Ni tampoco esto lo hago en nombre de todos esos homosexuales amachados: ellos tienen mucho a su favor, incluso el respeto de las masas; no así los que como yo vivimos en el desborde del genero, sin valer nada sólo por desobedecer a la norma masculina hegemónica. Así que me declaro fleto, amariconado, colipato, loca, yegua, raro, mariposón y, sobre todo, hueco culiao. Culiao y reculiao, porque es por el culo por donde amo y por donde me aman. Es en el hueco donde los placeres se acumulan y estallan como diluvio tibio. Es el pico, es el semen, son las bolas, el olor a testosterona, los vellos, la barba, los pantalones endurecidos, el bóxer, el desodorante “Axe” lo que nos enloquece y erecta al igual que los machos heterosexuales con unas tetas, clítoris, vaginas, culos, caderas.
En los tiempos que corren, declararse hueco no es un hecho vulgar desde lo privado, sino un hecho revelador desde lo político. Y lo es aun más desde el podio comunicacional de un preuniversitario claramente social, donde la temática Queer no tan solo debiera conversarse, sino también practicarse. Respeto a los que no se atreven a reconocer su homosexualidad, incluso negarla, si les implicara un costo mayor. Pero no me convence el argumento de que “se refiere a la vida privada” porque me parece una ridícula evasiva para silenciar y despreciar “aspectos personales” sólo cuando quien los vive es homosexual. Podemos conocer con detalles minuciosos las fantasías de un alumno con alguna chica. Que alguien le haría la “paja rusa” a una profesora o que simplemente el beso mas hot y ganador del año pasado fue entre una chica y un profesor. En cambio, el deseo Queer brilla por su ausencia. Y si se manifiesta- como lo hice yo besando a un compañero en “la fiesta de la cosecha”-, sólo es percibido como una “innecesaria locura” o la “desubicación típica de un maricón”. Me imagino el escandalo al haberme yo presentado como “Rey feo” junto a mi propio “Rey feo”, rompiendo todo esquema heteronormativo. O quizás habría sido comentario por varios días si algún profesor gay -porque, quieranlo o no, sí los hay- se hubiera atrevido a bailar sensualmente un reggaeton con otro profesor. No pretendo que la sexualidad se transforme en un dato clave de cada ser humano; sólo reclamo que no se oculte como un hecho vergonzoso, porque no lo es.
Gabriela Mistral sigue siendo la única mujer de habla castellana Premio Nobel de Literatura, y debimos esperar cincuenta años para que ella misma nos relatara desde la tumba el profundo deseo que la unió a Doris Dana, su compañera, su esposa, su heredera universal, a la que escribió "yo quiero acabarme contigo y quiero morirme en tus brazos". Como si el lesbianismo pudiera ensuciar, dañar, encochinar la vida y la obra de alguien, el machismo se encarga de tapizar este dato en un plano secreto, mientras se multiplican en la televisión los “rostros” que promueven roles de genero asimétricos a la gente. Así también en el cotilleo preuchón.
Por lo tanto, mientras algún profesor o alumno se decida a romper este silencio opresivo, me declaro hueco culiao y todas esas “malas palabras” que puedan caracterizar a un homosexual desubicado, maraco y compinche de las mujeres -quienes también son oprimidas al expresar su sexualidad tal como la sientan- en un país que si tolera, lo hace poniendo cínicas condiciones.

     JOSECARLO HENRIQUEZ, SECCION 6. preuniversitario jose carrasco tapia
2009, Santiago


* El 2009 yo iba en un preuniversitario social de la U de Chile llamado "Jose Carrasco Tapia". El preu tenia un pasquin que se llamaba "Pepone", hecho por los profesores donde los "preuchones" podíamos publicar. Esta columna, que la escribí a propósito de una fiesta que se hacia en el preu todos los años (tipo tradición), no fue publicada en el pasquin luego que entre los profesores "sociales" decidieran que no era conveniente por su "lenguaje".
Me gusta mi tono y forma jilista en este texto <3 b="">

Comentarios

  1. preuniversitario ql. "profesores" de ahí eran una manga de heteros abusadores que les metían copete y drogas a las pendejas de 17,18 y 19 (y algunas más grandes) que al otro día llegaban contando que magicamente aparecieron en la cama de uno de los profes y que no se acordaban de nada, pero como eran en mayoría heteros, normalizaban esa wea y nunca hicieron ni pio.
    y que de juegos los "profesores" propusieran la botellita y weas así me daba más asco. yo caxo q x eso tomabamos tanto con tu hermana..xD para no estar ni ver esas weas

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