Pololo





Cuando uno se enamora se supone que "debe" comprometerse con ese enamorado. Se supone que "debe" prometerle fidelidad y la máxima atención universal, "debe" presentarlo al mundo, a su mundo intimo. Cuando uno se enamora, se supone que "debe" pedirle pololeo a su enamorado.

Siempre he creído que el amor y todo su proceso de enamoramiento (proceso hormonal, por lo demás) es bastante azucarado y esponjoso hasta el hostigamiento de quienes lo observan desde la otra vereda. Yo he estado en esa vereda y siempre me han provocado nauseas los amantes que sienten un fuego tan intenso en su pelvis, que se vuelven tan adictos a sus olores y el roce de su carne, que deciden "compromoterse" y terminan siendo pololos. Pues debo confesar que una vez cruzando la calle y mezclandome entre esos acaramelados cuerpos, junto a mi enamorado, pegado, envuelto con mi enamorado, esa azucarada esponjosidad se torna una droga terrible y violentamente deliciosa. Entonces mi enamorado está por todas partes, se dispersa por dentro y fuera mío, se derrite en mi abdomen y yo me quemo bajo su hombligo, nos miramos a los ojos por largos ratos y, sin sospecharlo -o sospechandolo, pero haciendome el gueon-, surge una extraña petición, casi absurda, inocente, bastante infantil, pero de un gran peso histórico y simbólico: "Quieres pololear conmigo?". Uno puede ser bastante aguafiestas cuando obseva desde la otra vereda y decirle a esos enamorados que su peticion es lo más inutil y comico de las relaciones humanas, puesto que "definirse el cariño suele ser tan reduccionista, más aun con algo que sólo expresa pasión, pasión y pasión". También puede uno juzgar por el tiempo en que las personas se demoran en comprometerse desde que se conocen hasta que ya se bautizan como pololos. Yo, por ejemplo, soy de los que no espera mucho y varias veces ya a los 4 días de conocidos estoy pololiando. Esa discución también puede ser absurda, tanto como la peticion misma; esa discusión puede incluso llevarnos a recordar las teorias del tiempo y su relatividad, las etapas de cada proceso hormonal y si hay un momento exacto para hacer ciertas peticiones o algun manual que te indique cuándo es "razonable" pedir pololeo, siendo bastante irrazonable tan sólo el hecho de sentirse atraido por otro de forma pasional. La cuestion del amor es similar a la de Dios y otras subjetividades. Ni si queira saber que es un proceso quimico nos da la certeza, puesto que "no hay cuerpo que se mueva ni sienta igual que otro". Sin embargo, a mí me gusta cuestionar hasta mis propios deseos; me gusta analizar hasta el temblor de mis manos cuando voy a tocarlo por primera vez; esos retorcijones estomacales y aceleraciones cardiacas; cada manifestación del cuerpo cuando otro me ha clavado su existencia en el centro de la mía. Esta vez es el termino que se usa recurrentemente para definir tal relación la que me tiene un poco obsesionado. La palabra POLOLO/POLOLEAR me interesa bastante desde un punto de vista etimologico, más aun cuando supe de niño que sólo en Chile se le dice así a la relación sexo-afectiva de dos personas (hay ejemplos de tres y más personas también). Me interesó la palabra aún más cuando supe que su origen tiene que ver directamente con uno de los pueblos originarios de nuestro país. No hay una versión oficial, pero todas coinciden que proviene del mapudungun. En el diccionario de la RAE, incluso, se puede encontrar y se pueden ver varias acepciones de la palabra. Me quiero remitir a la más bella e interesnte:


Pololo: "Insecto, como de un centímetro y medio, fitófago, y que al volar produce un zumbido como el moscardón. Tiene la cabeza pequeña, el cuerpo con un surco por encima y verrugas, élitros cortos y de color verde, vientre ceniciento, patas anteriores rojizas, y posteriores verdes."

Los mapuches le llamaban al vuelo de este insecto "pololear". Otra acepción se refiere al pololo como "Hombre que sigue o pretende a una mujer". Creo que esta acepción no refleja el uso actual del término y que sería más bien similar a la tercera acepción de novio/a: "Persona que mantiene una relación amorosa con otra sin intención de casarse y sin convivir con ella." Por cierto, según la RAE, esta acepción también se usa en Bolivia.

Existen una teoría sobre la evolución del término desde el insecto al amorío que me parece hermosa, que describe, según mi parecer, la imposibilidad de la consagracion e institucionalizacion de estas relaciones "pololas". Según el libro de 1875 Chilenismos, de Zorobabel Rodríguez, pololo proviene:


Del araucano pulomen, especie de moscardón. Usémoslo ya en este sentido, ya figuradamente para designar a los mozos que acosan a las niñas casaderas galanteándolas, i que carecen de los medios, o con más frecuencia de la voluntad de llegar al casorio. [...]

Nunca me gustó llamarle pololo a mi enamorado ni pololeo a nuestra relacion, hasta que investigué. La sentia como una palabrita ridicula, sin peso. Creia incluso que me estaba metiendo en la masa, utilizando definiciones y normas que la mayoria adopta, sin pensarlo si quiera, cuando se enamoran. Pero fue esta ultima teoria de más arriba, muy antigua y entretenida, la que me convenció a reivindicar POLOLO/POLOLEO. Siento y sé que no debe quedar solamente como una anecdota histórica.Las construcciones provincianas pueden ser muy poeticas, como las leyendas, como los garabatos nuestros. Siento y sé que darle usos concientes a todo proviene de la tierra que tanto hemos perdido, de esas historias que ya parecen completamente olvidadas es un deber de quienes creemos en reivindicaciones justas, necesarias y no puedo más que aferrarme a ese termino y utilizarlo, a modo de romance chilensis, con esa pisca de humor y jugueteo, cuando quiero anclarme en el suelo de mi enmorado. Ahora esa palabrita tan común me pesa tanto y más que muchas otras palabras que abundan en diccionarios de lengua hispana. Ser amantes, ser pareja, compañeros, ser los amigos más cómplices y, por qué no, ser pololos. Entonces cuando uno se enamora, se supone que "debe" pedirle pololeo al enamorado. No. Yo creo que el pololeo ya no "debe" ser la forma automatica y logica de una relacion amorosa, creo ahora que tiene que ser una forma de rescatar ciertas memorias históricas de la mano de quien se supone te acompaña no sólo en orgasmos y melancolías. Pedir pololeo con una conciencia. Decirse pololo y saber que no es más que una manera sutil, micro y poetica de cargar con historias que otros ya no quieren cargar.

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